martes, 9 de julio de 2013

Antes de nosotros

Incluso antes de que anocheciese, y de que la tarde terminase de caer, y de que la lluvia arreciase con más fuerza, incluso antes de que nadie hubiese nacido, lo mismo seguía ocurriendo por aquellos innombrables parajes. La vida era un enigma indescifrable, una extraña condición que nadie se llegaba a cuestionar. No había pensamientos, ni nada sobre lo que cupiese guardar esperanza alguna, la suerte era el destino... solo eso.  No había tiempo, y quizás tampoco espacio, el mundo era un caos del que solamente ahora se nos permite hablar. A veces, una flor nacía entre dos rocas, y aquello no era un milagro sino el origen de las demás cosas... De los pétalos de aquella flor nacieron los mares y las montañas, y de su corola brotaron las chispas que incendiaron la oscuridad. No estábamos entonces, cuando el rumor de las olas aun podía confundirse con el murmullo del viento, o cuando los mitos todavía esperaban, pacientemente, el momento en que  se harían cargo de ese estado de puro y tribal salvajismo... Faltaban solo los sentidos: la vista, el olfato, el oído... faltaban los nombres, los olores que emanaban de lo que aun no era ni pronunciable. Todo era lo mismo, la misma naturaleza, la misma alma.  Cada pálpito era una premonición, la sospecha de que pronto íbamos a aparecer nosotros, la sombra alargada que se escabulle porque se sabe culpable... Todo, inesperadamente, comenzó a ordenarse, a seguir un rumbo a la deriva por un mar en calma. Sonaban notas lejanas de un tiempo en que el rocío lamía sin tregua la tierra yerma sobre la que cada mañana solía bailar. Mitigamos el ansia de la incoherencia desbordando los límites de la razón hasta terminar al fin con la belleza. Ya no crecen flores entre dos rocas, o quizás es que no somos ya capaces de verlas, sí, más bien será eso, en realidad, para nuestro asombro, siguen naciendo de este modo... Aquel mundo se sigue extendiendo, como un universo ingobernable, por los resquicios más profundos de alguna estrella  en el firmamento.